“Los elefantes inexistentes son más
falsos que un billete de dos pesos, pero aun así hacen daño a quien los
imagina.
Así como hay hipocondriacos con
perfil psicosomático hay gente especialista y graduada con honores, en ver
crisis donde nos las hay. Su felicidad depende de que su vida siempre este
pendiendo de un hilo. Albergan sentimientos de apatía y creen que pueden llenar
su vacío llenando la atención o relatando sus batallas quijotescas contra sus
elefantes….
Cuidado con lo que piensas, porque
sucede. Y aquello a lo que más te resistes persiste.
Los elefantes inexistentes pueden
ser tan grandes como uno quiera y bloquean prácticamente todo el camino, a
veces a uno les gustaría golpearlos, pero son de humo.
Ahí la crisis es la mente mal
orientada”[1]
“…Pretender que otra persona nos
haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que
solo trae frustraciones.
Por eso anímate mucho, madura, y el
día que puedas decirle al otro: “Sin ti estoy bien”, entonces estarás mas
preparad@ para vivir en pareja.
Nos hemos educado con la idea de la
“media naranja”, lo que implica que somos incompletos y que necesitamos de la
otra persona para sentir plenitud.
Aparecen frases como: “Me hace
sufrir”; “No me comprende” y permanecemos atados a relaciones donde seguimos
esperando que algo externo a nosotros cambie y nos traiga paz, equilibrio, amor
y felicidad.
Nada encontraremos en la otra
persona si primero no lo hallamos en nosotros mismos.”[2]
“…Le dije que pensara cómo se
sentiría si supiera que iba a pasar el examen, que no había forma que
fracasara. Como se sentiría si hubiera sabido que no solo iba a pasar, sino que
también obtendría la puntuación más alta?, -cómo te sentirías si supieras que
eres exitoso?- Le pregunté.
-Me sentiría genial-, fue la
respuesta de Erick.
-Bueno-, le dije, -Quiero que
estudies, mucho y que camines hables, pienses creas y actúes como si ya
hubieras pasado el examen. Quiero que camines, hables, pienses, creas y actúes
como si ya hubieras sido aceptado para ingresar a la escuela de medicina-.
Sobra decirlo, Erick paso el examen.”[3]
Bibliografía
Fox, A. (2010). Despierta, estas vivo!
Lozano, C. (2014). Una
buena forma para decir adios.
M.D, A. F. (2010). Despierta,
estas vivo!
Montalvo, D. (2013). Los
elefantes no vuelan.
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